Subamos el estándar: Para Ciudades Productivas en América Latina y el Caribe
Desde los primeros días de la civilización, los seres humanos se han reunido en las ciudades. Las ciudades (del latín civitas) y la civilización (del latín civilis) están inextricablemente vinculadas. A lo largo de la historia de la humanidad, las ciudades han sido centros de civilización, cultura y logros humanos. También han sido centros poderosos de actividad económica, iniciativa empresarial e innovación. A medida que las empresas y los trabajadores se reúnen en las ciudades, surgen oportunidades para el empleo y los negocios. A medida que las ciudades de un país se conectan mejor, surgen nuevas oportunidades para la producción y el comercio entre las ciudades. Estas oportunidades, sin embargo, no siempre llegan a aprovecharse en su totalidad. Así sucede de hecho cuando las ciudades se ven abrumadas por la congestión, o cuando las personas, bienes y servicios no fluyen libremente entre las ciudades. Las ciudades solo pueden desarrollar su potencial y su contribución a la productividad nacional cuando los hacedores de política generan un entorno propicio a través de una combinación de políticas a nivel local, estatal y nacional.
