Políticas para combatir la pandemia
A mérica Latina y el Caribe, junto con el resto del mundo, se enfrenta a un desafío sin precedentes para contener la propagación del nuevo coronavirus y reducir al mínimo la pérdida de vidas. Los esfuerzos por contener el virus han dado lugar a un cambio completo en las perspectivas económicas y en el debate sobre políticas. Aquí en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo, habíamos preparado un informe muy diferente, centrado en la macroeconomía y la desigualdad. Estaba totalmente maquetado y listo para ser publicado, pero al estallar este brote, tuvimos que cambiar de rumbo muy rápidamente para responder a la nueva situación. Este informe consta ahora de cinco capítulos. El primero ofrece un resumen de la evolución de la economía mundial, de la forma en que puede repercutir en la región y de ideas sobre cómo la región puede responder. A continuación, hay tres capítulos más detallados sobre las políticas monetarias, el sector financiero y las políticas fiscales. En cada capítulo se examinan las condiciones iniciales, antes de producirse esta crisis, un análisis de las posibles respuestas de política y se incluye información sobre lo que están haciendo los países. Un último capítulo reúne las principales conclusiones de política. El presente informe adopta una perspectiva regional y se complementa con un conjunto de resúmenes que examinan estas cuestiones a nivel de cada país. Esta crisis es un gran desafío para la región, como lo es para prácticamente todos los países del mundo. En los últimos años, la región ha avanzado en la recuperación del espacio fiscal y en el desarrollo de marcos monetarios y financieros sólidos, pero no existen condiciones macroeconómicas perfectas cuando se produce una emergencia como ésta y nos vemos obligados a gestionar la crisis con los recursos de los que disponemos. Será imperativo hacer el mayor uso posible de ellos, lo que significa diseñar bien los programas, pero también vigilar para asegurarse de que están haciendo lo que se pretende hacer. También significa calibrar las intervenciones de manera que se preserve la estabilidad macroeconómica y financiera tanto durante la crisis como cuando ésta comience a menguar. Las crisis tienen un impacto desproporcionado en los pobres y vulnerables. Esto significa que las cuestiones de la desigualdad y la exclusión sólo serán más pertinentes y difíciles. Volveremos a estos importantes temas, aprovechando el conjunto de trabajo que ya hemos realizado, en un futuro próximo.
