La Grecia de Sudamérica
Grecia ha estado viviendo años difíciles, el sobreendeudamiento y déficit fiscal pasaron la cuenta obligando un fuerte ajuste. Al encontrarse atados al Euro, este ajuste no ha podido realizarse mediante una depreciación del tipo de cambio, sino que ha tenido que venir por medio de un recorte al gasto público y un ajuste a los salarios: camino siempre difícil y que ha repercutido en diversas aristas, desde la política hasta la calidad de vida de los griegos.


El problema es que ante una situación de financiamiento complicada, un país con tipo de cambio flexible tiene más espacio de acción: Puede depreciar su moneda, incentivando las exportaciones y ayudando a mejorar su posición en cuenta corriente, lo cual evita que la deuda se siga incrementando. Pero así como Grecia se encuentra atada al Euro, Ecuador se encuentra atado al dólar.
No hay solución fácil. Una opción sería desdolarizar la economía, lo que tendría costos reputacionales para el país y problemas de popularidad para el gobierno (algo poco deseable considerando que se acercan las elecciones presidenciales). La otra opción es realizar el ajuste como lo hizo Grecia: cortando gasto público y reduciendo los salarios. Un camino largo y doloroso, un camino que Grecia ha podido recorrer gracias a sus amigos del Euro que ven como una mala señal que Grecia deje la moneda. La gran pregunta es ¿quién va a ayudar a Ecuador?
Publicado en el periódico El Pulso, y en el blog El Faro: un mundo de ideas, el 17 de Enero, 2016.
