No obstante sus avances en democracia, Chile está lejos aún de alcanzar el ansiado Desarrollo Económico. Para hacerlo viable y sostenible, necesita crecer y efectuarlo de manera incluyente, lo que implica desarrollar un proceso de crecimiento con inclusión en paralelo, simultáneamente, en vez de avances esporádicos seguidos por recesiones, como sucedió durante la dictadura y que, con menor intensidad, viene aconteciendo desde fines de la década de los 90. Lo que sigue es un recuento breve de mis opiniones sobre en qué consiste el desarrollo económico, el grado de avance de Chile al respecto desde 1973 −en particular en los años 90 hasta el presente−, y cómo se logra avanzar a partir del nivel de desarrollo actual de la economía nacional. Lo ilustro con algunas de las políticas públicas a priorizar y coordinar para lograr sostenibilidad del crecimiento e inclusión.

ACCESS PAPER