Cómo los bancos facilitan el comercio internacional

Keyword: 
Trade
Topic: 
Globalization - Trade

Pocas veces nos detenemos a pensar cuál es el origen de los productos y servicios que  utilizamos diariamente y cómo es que accedemos a ellos. ¿Cómo es posible que empecemos la mañana con un café cosechado en Colombia? ¿Que nuestros teléfonos celulares sean producidos en China? ¿O que, cuando llamamos a un número de servicio de atención al cliente, nos contesten desde la India, México o Costa Rica?

Todo esto es posible gracias al comercio internacional, y participar en este esquema mundial no es nada fácil. Las empresas que se aventuran a comercializar más allá de las fronteras de sus países se enfrentan a muchos retos. Uno de los más importantes es la tramitación de los pagos de esas compraventas internacionales.

Pongámonos por un momento en el lugar de quien vende: típicamente busca obtener su pago antes de enviar su mercancía. Quien compra, sin embargo, prefiere pagar después de recibir el producto.

Redes de empresas y bancos

Para gestionar esos pagos internacionales y asegurarse de que lleguen en el momento oportuno, los importadores y exportadores se apoyan en los bancos, que además les proveen el financiamiento adecuado cuando lo necesitan. Esto ayuda a los comerciantes a establecer relaciones confiables con sus socios en el mundo.

Los bancos, a su vez, también necesitan establecer sus propias relaciones con bancos en otros países, ya que sin esta red, no pueden apoyar a las empresas en sus negocios internacionales. Pero, ¿cómo hace un banco en América Latina para crear esa red? ¿Para generar confianza a nivel internacional? ¿Y poder conseguir fondos necesarios para atender a los importadores y exportadores de su país?

Un banco que afrontó estas preguntas es Banreservas, el Banco de Reservas de la República Dominicana. En 2009, esta institución caribeña se unió al Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Exterior (TFFP, por sus siglas en inglés), ahora gestionado por la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), brazo privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su objetivo: aprovechar la red de más de 200 bancos del programa para apoyar los negocios de sus clientes.

cas veces nos detenemos a pensar cuál es el origen de los productos y servicios que  utilizamos diariamente y cómo es que accedemos a ellos. ¿Cómo es posible que empecemos la mañana con un café cosechado en Colombia? ¿Que nuestros teléfonos celulares sean producidos en China? ¿O que, cuando llamamos a un número de servicio de atención al cliente, nos contesten desde la India, México o Costa Rica?

Todo esto es posible gracias al comercio internacional, y participar en este esquema mundial no es nada fácil. Las empresas que se aventuran a comercializar más allá de las fronteras de sus países se enfrentan a muchos retos. Uno de los más importantes es la tramitación de los pagos de esas compraventas internacionales.

Pongámonos por un momento en el lugar de quien vende: típicamente busca obtener su pago antes de enviar su mercancía. Quien compra, sin embargo, prefiere pagar después de recibir el producto.

Redes de empresas y bancos

Para gestionar esos pagos internacionales y asegurarse de que lleguen en el momento oportuno, los importadores y exportadores se apoyan en los bancos, que además les proveen el financiamiento adecuado cuando lo necesitan. Esto ayuda a los comerciantes a establecer relaciones confiables con sus socios en el mundo.

Los bancos, a su vez, también necesitan establecer sus propias relaciones con bancos en otros países, ya que sin esta red, no pueden apoyar a las empresas en sus negocios internacionales. Pero, ¿cómo hace un banco en América Latina para crear esa red? ¿Para generar confianza a nivel internacional? ¿Y poder conseguir fondos necesarios para atender a los importadores y exportadores de su país?

Un banco que afrontó estas preguntas es Banreservas, el Banco de Reservas de la República Dominicana. En 2009, esta institución caribeña se unió al Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Exterior (TFFP, por sus siglas en inglés), ahora gestionado por la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), brazo privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Su objetivo: aprovechar la red de más de 200 bancos del programa para apoyar los negocios de sus clientes.

Financiamiento que estimula la colaboración entre los bancos

El TFFP es un programa especializado que impulsa el desarrollo de la banca, apoyando la integración comercial y la internacionalización de las empresas de la región. Además de una valiosa red de bancos afiliados, ofrece garantías para mitigar el riesgo crediticio, préstamos bilaterales y sindicados para comercio exterior y capacitación para reforzar los conocimientos de los bancos y sus clientes en materia de comercio exterior.

En 2015, Banreservas se planteó la necesidad de ampliar y diversificar sus fuentes de financiamiento. A través del TFFP, el Grupo BID aprovechó su propio poder de convocatoria para estructurar un préstamo sindicado. La idea inicial era lograr que Banreservas accediera a US$80 millones para financiar las operaciones de comercio exterior de sus clientes. El Grupo BID aportaría US$20 millones y buscaría otros prestamistas internacionales que aportaran el monto restante.

Al final, el resultado excedió todas las expectativas. Con un monto total de US$130 millones, el préstamo a Banreservas superó con creces el objetivo planteado. Es más, la operación atrajo a un total de 14 prestamistas internacionales de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, Europa y Asia – el mayor número en la historia del Grupo BID.

El desembolso del préstamo se realizó a principios de 2016, gestionado por la CII y con la participación de Wells Fargo Bank como organizador líder.

Múltiples éxitos y nuevas oportunidades

Para Banreservas fue una operación de múltiples éxitos. El banco dominicano no solo obtuvo el financiamiento que necesitaba, sino que también estableció relaciones con ocho nuevos bancos en el extranjero, y aprovechó la participación del Grupo BID para negociar mejores condiciones con sus inversores existentes.

Más allá de esos beneficios, la operación aumentó el acceso a financiamiento para empresas locales dedicadas a la exportación e importación, lo cual facilita el flujo de productos fundamentales para la República Dominicana, como trigo, maquinaria, repuestos, automóviles y combustible. Si un solo préstamo puede conseguir esto, ¿qué otras oportunidades hay para los bancos de América Latina y el Caribe?

El TFFP es un programa especializado que impulsa el desarrollo de la banca, apoyando la integración comercial y la internacionalización de las empresas de la región. Además de una valiosa red de bancos afiliados, ofrece garantías para mitigar el riesgo crediticio, préstamos bilaterales y sindicados para comercio exterior y capacitación para reforzar los conocimientos de los bancos y sus clientes en materia de comercio exterior.

En 2015, Banreservas se planteó la necesidad de ampliar y diversificar sus fuentes de financiamiento. A través del TFFP, el Grupo BID aprovechó su propio poder de convocatoria para estructurar un préstamo sindicado. La idea inicial era lograr que Banreservas accediera a US$80 millones para financiar las operaciones de comercio exterior de sus clientes. El Grupo BID aportaría US$20 millones y buscaría otros prestamistas internacionales que aportaran el monto restante.

Al final, el resultado excedió todas las expectativas. Con un monto total de US$130 millones, el préstamo a Banreservas superó con creces el objetivo planteado. Es más, la operación atrajo a un total de 14 prestamistas internacionales de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, Europa y Asia – el mayor número en la historia del Grupo BID.

El desembolso del préstamo se realizó a principios de 2016, gestionado por la CII y con la participación de Wells Fargo Bank como organizador líder.

Múltiples éxitos y nuevas oportunidades

Para Banreservas fue una operación de múltiples éxitos. El banco dominicano no solo obtuvo el financiamiento que necesitaba, sino que también estableció relaciones con ocho nuevos bancos en el extranjero, y aprovechó la participación del Grupo BID para negociar mejores condiciones con sus inversores existentes.

Más allá de esos beneficios, la operación aumentó el acceso a financiamiento para empresas locales dedicadas a la exportación e importación, lo cual facilita el flujo de productos fundamentales para la República Dominicana, como trigo, maquinaria, repuestos, automóviles y combustible. Si un solo préstamo puede conseguir esto, ¿qué otras oportunidades hay para los bancos de América Latina y el Caribe?


Este articulo fue inicialmente publicado en el blog CII – un Blog de Negocios Sostenibles, el 18 de Noviembre del 2016.

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