Determinantes de la duración del desempleo en una economía con alta informalidad
La duración del desempleo es un tema sumamente importante en el campo de la Economía Laboral porque mediante la identificación de sus determinantes es posible lograr la intervención adecuada que asegure mejores condiciones económicas y sociales. Al respecto, para el período 2002-2013, Céspedes, Gutiérrez y Belapatiño (2014) encuentran que dicha duración en Perú, alcanza en promedio 13.1 semanas, valor largamente inferior al registrado en economías desarrolladas. La diferencia se debe principalmente a las características del mercado de trabajo local: alta informalidad, elevado autoempleo y prolongada inactividad.
Mientras que el análisis tradicional del desempleo solo enfatiza los ajustes extensivos de la fuerza laboral a través del stock de desempleados (tasas de desempleo), la duración del desempleo captura el ajuste intensivo que ocurre en el mercado laboral y que se refleja en cambios en la intensidad de búsqueda de empleos por parte de los desempleados. De esta manera, la duración del desempleo aproxima la rapidez de inserción de los trabajadores desempleados en actividades laborales y captura las fricciones de búsqueda que se manifiestan al dejar el desempleo. Así, se puede capturar dimensiones complementarias que no son recogidas por el análisis tradicional del mercado laboral.
Si bien es posible conocer el número de meses que una persona busca empleo, no existen datos sobre el esfuerzo de la búsqueda. Para lograr una aproximación adecuada de dicho esfuerzo, los autores utilizaron la Encuesta Permanente de Empleo (EPE) aplicada en Lima Metropolitana para observar el estatus laboral de un trabajador durante dos trimestres consecutivos. Así, se consideraron 3 estatus: desempleo-desempleo, al que se estima una probabilidad mensual de dejar el desempleo; desempleo-empleo, para el que se conoce el período exacto; y desempleo-inactividad, para los que no se cuenta con información suficiente. De esta manera, el estudio se centra en los individuos categorizados como desempleo-desempleo y desempleo-empleo.
Para el año 2013, los autores encontraron que la duración del desempleo ascendió a 2.7 meses, valor 3.26% menor al año previo. Además, se evidencian diferencias significativas según segmentos de la población, lo que refleja heterogeneidad en la generación de empleos. Mientras que las mujeres se demoran 11.5 semanas en encontrar empleo, los hombres tardan 11.4 semanas. Por otra parte, las personas de 45 a más años se demoran 14.5 semanas; entretanto los comprendidos entre 25 a 44 años, 13.7 semanas. Las personas con educación superior se demoran 12.4 semanas; en tanto, si solo contaban educación primaria o secundaria, 10.6 semanas. Por último, las personas que recién entran al mercado laboral, practicantes, tardan 11.6 semanas; las personas experimentadas, 13.2 semanas.
La teoría macroeconómica sugiere que la duración del desempleo está altamente relacionada con el sistema de seguro de desempleo (Compensación por Tiempo de Servicios, para el caso peruano); sin embargo, esto no se cumple en el caso peruano por su escasa cobertura. La limitada cobertura de un seguro formal de desempleo que incentiva la búsqueda de trabajo y la informalidad laboral –que en la práctica ha eliminado las fricciones a la contratación y al despido, son factores que explicarían la relativa corta duración del desempleo, en comparación a economías avanzadas. Cabe resaltar que los trabajadores enfrentan bajos costos para realizar actividades como autoempleo, informalidad e inactividad, y representan el 90% de las transiciones que se hacen desde el desempleo. Esto se explica porque los empleos formales son escasos y su búsqueda resulta costosa.
Entre las principales conclusiones, encuentran que el periodo de desempleo muestra una tendencia decreciente desde el 2002 consistente con el crecimiento económico de los últimos años. En promedio, las personas dejan el desempleo rápidamente (menos de 5 meses). Aún entre trabajadores formales, la duración de desempleo es corta y el sistema de seguro de desempleo cubre hasta el doble de meses que el mercado requiere. La generosidad del sistema y su poco incentivo a la búsqueda de trabajo hace que los desempleados financien actividades como la informalidad, el autoempleo y la inactividad, antes que participar en el mercado buscando empleos formales. Por ello, los autores sugieren reformular el sistema de seguro de desempleo con el objetivo de reducir los incentivos que fomentan la inactividad y las actividades fuera del mercado formal.
Este artículo fue inicialmente publicado en la página de blog del IPE
