Impulsar el comercio para aliviar las presiones provocadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania

Keyword: 
Economic growth
Trade
Topic: 
Conflict, Crime and Violence
Globalization - Trade
Macroeconomics - Economic growth - Monetary Policy


Este articulo fue inicialmente publicado en el Blog del Banco Interamericano de Desarrollo - Ideas que Cuentan, el 17 de Mayo del 2022.


Cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania a finales de febrero, los empresarios y los gobiernos de América Latina y el Caribe se preocuparon ante la posibilidad de que las interrupciones de la guerra causaran un daño significativo al comercio de la región. Pero lo que ahora parece claro es que, en lugar de verse enormemente afectada, la región tiene una gran oportunidad para aliviar los cuellos de botella en las cadenas de suministros globales y mitigar los impactos de la guerra en los mercados en los que Rusia y Ucrania son actores importantes.

Solo un 0,3% de las exportaciones del país medio en América Latina y el Caribe se destinan a Rusia. Pero la región exporta muchos de los mismos productos a los mismos mercados que Rusia y Ucrania, como cereales, acero, hierro, petróleo y gas. La región podría impulsar esas exportaciones y desempeñar un papel importante que alivie tanto la oferta mundial como las presiones inflacionarias.

El trigo y el conflicto entre Rusia y Ucrania

Por ejemplo, actualmente Rusia y Ucrania son responsables de cerca del 30% de las exportaciones mundiales de trigo. Los precios mundiales del trigo se dispararon un 21% en solo el primer mes de la guerra, golpeando el bolsillo de consumidores en todo el mundo, y arriesgando la seguridad alimentaria en muchos países en desarrollo. Argentina y los demás países del Cono Sur son grandes productores de trigo, y ahora tienen la oportunidad de ampliar viejos mercados, crear otros nuevos y ayudar a contener el aumento del precio mundial del trigo. 

Por otra parte, Rusia también es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, y la guerra ha provocado un enorme repunte en los precios del petróleo y sus derivados. Varios países de la región son exportadores netos de petróleo. La crisis también les brinda una oportunidad, ya que los altos precios beneficiarán sus cuentas fiscales y mejorarán sus saldos en cuenta corriente.

Posible penuria comercial

Sin duda, tendrá que haber ajustes y alguna que otra penuria económica en el frente comercial, como se analiza en el recientemente publicado Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe 2022. En 2019, el 33% de las exportaciones paraguayas de carne de res fueron a Rusia, por un valor de US$335 millones, así como una parte importante de sus semillas para la producción de aceite. Jamaica también vende productos químicos inorgánicos a Rusia y Ecuador, frutas. Las exportaciones totales a Rusia de esos tres países oscilan entre algo más del 5% en Ecuador hasta el 8.5% en Paraguay. Estos países tendrán que encontrar destinos alternativos y enfrentarán algunos costos durante la transición.

Las importaciones de fertilizantes son otro motivo de preocupación. Varios países —Brasil, Ecuador, Nicaragua, Perú y Surinam— importan de Rusia al menos el 30% de sus fertilizantes, lo que es una cifra significativa dada la importancia de la agricultura en su canasta de exportaciones. Brasil, el gigante exportador de productos agrícolas y el mayor importador de fertilizantes del mundo, intenta resolver ese problema mediante la búsqueda de nuevos proveedores, entre ellos Canadá. Otros países tendrán que seguir el ejemplo.

Sin embargo, a pesar de su importancia, las importaciones de fertilizantes rusos tienen un pequeño impacto a nivel macroeconómico. Y las importaciones agregadas de productos rusos en general a América Latina y el Caribe representan solo un 0,3% del total de las importaciones del país medio.

 

A pesar de la importancia de los problemas específicos de ciertos productos en ciertos países, la historia más importante para la región es la posibilidad de que logre impulsar sus exportaciones, y con ello ayudar a las empresas mundiales a hacer más resistentes sus cadenas de suministros y reducir la volatilidad de los precios de las principales materias primas.

Los desafíos de la expansión del comercio

Está claro que la expansión del comercio no se producirá de la noche a la mañana. Requiere tiempo, sobre todo teniendo en cuenta la naturaleza de los procesos de producción de los diferentes bienes y las restricciones en el suministro y la explotación de los recursos naturales. Además, también dependerá de la capacidad de la región para superar obstáculos como la debilidad de las redes de exportación, la deficiencia de la infraestructura y logística, las barreras regionales a la integración comercial y la necesidad de reforzar las instituciones que sustentan el comercio y proveen información a los exportadores. Estos obstáculos han frenado la expansión del comercio en el pasado, más recientemente durante la reorganización del comercio mundial que acompañó a la pandemia de la COVID-19. Pero la región tiene capacidad, más que suficiente, para superarlos. Dados sus enormes recursos naturales, su potencial exportador y la oportunidad de desempeñar un papel positivo e instrumental para la economía mundial y la seguridad alimentaria, sería una inmensa pena no aprovecharla.

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