Inclusión financiera en Colombia

Keyword: 
Financial institutions
Topic: 
Financial Economics

Definición, importancia y determinantes

La inclusión financiera se define como el acceso y la utilización efectiva y generalizada de servicios financieros por parte de la población. Esta definición se aleja del concepto de bancarización, que comprende sólo la tenencia de algún producto financiero y es más cercana al acceso financiero, que implica la posesión y el potencial uso de varios de estos servicios.

La inclusión financiera ha cobrado importancia en agendas de política de gobiernos en economías desarrolladas y emergentes, y en organizaciones multilaterales. La relevancia se explica por sus efectos sobre el crecimiento, el desarrollo económico, la equidad, la legalidad, la transmisión de la política económica y sobre la reducción de la pobreza.

La inclusión financiera permite la suavización del ingreso y consumo de los hogares en los ciclos económicos y contribuye a la asignación eficiente de recursos a proyectos productivos. Diversas evaluaciones de impacto a programas de micro-finanzas muestran que a través de la inclusión financiera se ha logrado reducir indicadores de pobreza y desigualdad. Adicionalmente, sin el acceso general de la población a productos de ahorro y crédito, puede existir una desconexión parcial entre la demanda agregada y las herramientas de política económica que buscan estabilizar la economía.

Debido a lo anterior, los gobiernos han tomado medidas tendientes a fortalecer el acceso y uso de servicios y productos financieros. La provisión de regulación (o desregulación), la generación de incentivos y el fortalecimiento de las capacidades financieras de los consumidores son ejemplos de las líneas de trabajo que el Estado ha empezado a implementar para alcanzar este objetivo.

De las razones expuestas en la literatura, se destacan como determinantes de la exclusión financiera, desde la demanda: [1] los agentes no saben qué productos necesitan o no los entienden; [2] aun cuando saben que necesitan, no saben si estos productos existen; [3] se conoce qué productos financieros se necesitan, existen, pero no se tiene acceso a ellos por alguna o varias barreras de oferta; y [4] por autoexclusión que se explica por preferencias de liquidez de los agentes o desconfianza en el sistema financiero formal. Desde la oferta se destacan las razones: [1] las instituciones financieras no conocen las necesidades de los excluidos; [2] aun cuando las conocen, no tienen los productos necesarios para incluirlos; y [3] tienen los productos o están en capacidad de ofrecerlos, pero no lo hacen por restricciones asociadas al riesgo, costos y/o regulación.

La literatura señala diferencias estructurales de la inclusión financiera entre economías desarrolladas y emergentes. En particular, los determinantes de oferta, insuficiencia de recursos económicos e informalidad explican buena parte de la exclusión en las economías en desarrollo; mientras que son características demográficas muy específicas las que determinan la exclusión en los países desarrollados.

Contexto en Colombia

En la pasada década, Colombia ha avanzado considerablemente en términos de acceso financiero como resultado de la intervención coordinada del gobierno y el sector privado. Principalmente por el diseño de productos de trámite simplificado, mayor protección al consumidor, incentivos para la oferta de servicios micro-financieros, y expansión de la banca móvil. En 2013 la banca formal hacía presencia en el 99,9% de los municipios del país (72,4% en 2006). El crecimiento se ha dado principalmente, a través de la expansión de corresponsales bancarios fomentados por Banca de las Oportunidades.

En 2012, el 67,1% de los adultos tenía algún servicio financiero de ahorro o crédito. Cerca del 56% de la población tenía una cuenta de ahorro, pero el 48% no habían sido utilizadas en los últimos seis meses. En cuanto a productos de crédito, de acuerdo a datos de la encuesta FINDEX del Banco Mundial (2010), solo 12,1% de la población dice solicitar crédito a las instituciones financieras, mientras que la principal fuente de crédito de los colombianos sigue siendo informal: el 16,9% acude a su familia y amigos. Estos datos revelan que aunque Colombia ha avanzado en términos bancarizar y hasta de dar acceso aún debe enfrentar importantes retos para lograr un uso efectivo de los productos financieros.

Banca de las Oportunidades ha promovido programas de microcrédito que benefician a microempresarios sin acceso al crédito formal generando incentivos a las entidades financieras y desarrollando tecnología micro crediticia. Entre 2007 y 2013 se triplicó el número de microcréditos, sin embargo, según cálculos del Banco de la República (2010), la demanda potencial para microcrédito se ha cubierto sólo en un 17,6%. Información de la misma entidad muestra que los préstamos comerciales están sobretodo dirigidos a empresas grandes.
En términos sectoriales, la producción agropecuaria tiene el menor acceso a crédito. A diciembre de 2013, este representaba el 4,4% del total de la cartera comercial. Los intermediarios financieros perciben este sector como relativamente poco rentable con mayores problemas de información.

Uno de los principales avances en inclusión ha comprendido la expansión de plataformas transaccionales de bajo costo, sin embargo, dificultades para lograr una implementación generalizada persisten, entre otras razones, por la desconfianza de la población acerca de las condiciones de seguridad y accesibilidad de estos servicios, particularmente en las zonas más apartadas.

Durante 2009 y 2010 se fortaleció la regulación de protección al consumidor financiero, haciendo obligatoria para las entidades financieras realizar un adecuado suministro de información de sus productos y tarifas; el fortalecimiento de la protección de información financiera personal; la implementación de sistemas de medición de la calidad de los servicios financieros; el establecimiento de relaciones contractuales más equitativas y seguras entre intermediarios financieros y consumidores; y el fortalecimiento de los mecanismos de recepción de quejas por parte de las entidades vigiladas, las defensorías y la misma Superfinanciera. Pese a estos importantes avances para gran parte de la población aún son desconocidos dichos mecanismos de protección.

El país ha avanzado en la promoción de la educación financiera como estrategia para lograr entendimiento y uso efectivo de los productos y servicios financieros. En 2009, se incorpora la Educación Financiera como principio en la prestación de servicios financieros y se imparten obligaciones para las entidades de desarrollar programas y campañas. A pesar del trabajo que el sector privado, el sector público y las ONG han realizado para la promoción de la educación financiera, los niveles de capacidades financieras siguen siendo bajos de acuerdo a la encuesta de capacidades financieras del Banco Mundial (2012).

Una investigación reciente, realizada en 7 países (Armenia, México, Uruguay, Líbano, Nigeria, Turquía y Colombia), además de analizar los niveles de conocimientos financieros, ofrece mediciones robustas y comparables de actitudes y comportamientos financieros de la población entre países de ingresos bajos y medios.

Esta encuesta fue utilizada por Cano, et. al (2014), para comprobar los determinantes de la inclusión financiera en Colombia. Los resultados muestran que después de controlar por género, edad, estado civil, tamaño del hogar, variables de ingreso, necesidades de liquidez, preferencias intertemporales, actitudes financieras y variables de oferta como establecimientos financieros; la educación y en particular la educación financiera medida a través de preguntas objetivas de conocimiento resultaron significativas para explicar el acceso a productos financieros de las personas responsables en el hogar de tomar las decisiones financieras.

Todos estos elementos, que presentan los principales retos de la inclusión financiera en el país se han conjugado en la estrategia de Inclusión financiera de Colombia recientemente presentada por el Gobierno. Esta política pública pretende definir la política, lineamientos y herramientas tendientes a mejorar la inclusión financiera en el país. Como parte de esta estrategia se firmó el Decreto 457 por el cual se crea la Comisión Intersectorial para la Educación Financiera, cuyo trabajo será elaborar los lineamientos de la educación financiera en el país. Las directrices que dicte esta estrategia son fundamentales para que en Colombia se pase de la bancarización y el acceso a una auténtica inclusión financiera.
 


Las opiniones expresadas en este documento son responsabilidad de los autores y no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.

Todas los documentos citados están referenciados en: Cano, C.G., P. Esguerra, N. García, J.L. Rueda y A.M. Velasco (2014) Inclusión financiera en Colombia. A publicarse en el libro: Política Monetaria y estabilidad financiera en economías pequeñas y abiertas (nombre preliminar), Agenda de investigaciones de la Gerencia Técnica, 2013, Banco de la República. Copia del puede solicitarse vía E-mail en: ngarcibo@banrep.gov.co o avelasma@banrep.gov.co.

Ver revisión de la literatura presentada en Cano, et. al (2014).

 

Share this