Desigualdad en la Felicidad

Keyword: 
Well being and life satisfaction
Topic: 
Poverty - Inequality - Aid Effectiveness

Desigualmente felices y no solo por ingresos.

En términos económicos la ubicación de una persona en el esquema derecha-izquierda suele estar asociada a la ponderación que le asigna al crecimiento económico versus a la distribución de ingresos. Esta discusión tiene paralelismos con los debates filosóficos entre utilitarismo e igualitarismo. En términos económicos, la más pura y extrema visión utilitarista se ocupa de la maximización de los ingresos de una sociedad mientras que en contraposición la visión igualitarista pone el acento en la equiparación de los ingresos de sus integrantes. Sin embargo, para ninguno de ellos el ingreso es un objetivo en sí mismo sino una aproximación al objetivo final que es el bienestar de los individuos. La investigación en Economía de la Felicidad ha tomado este debate y lo pone un paso más cerca de sus objetivos primigenios.

En Happiness Inequality: How Much is Reasonable? (Social Indicators Research 2013) junto con Rafael Porzecanski abordamos el tema de la desigualdad en la felicidad y nos preguntamos cuánto de esta desigualdad puede ser explicada por la desigualdad de ingresos subyacente.

La idea base del trabajo es sencilla. En nuestros cursos básicos de microeconomía asumimos que las personas tienen una función de utilidad que buscan maximizar sujeto a restricciones. El consumidor recibe utilidad de los distintos bienes que consume y enfrenta una restricción presupuestaria. De aquí se desprende que la canasta de consumo óptima de un consumidor es una función de los precios y su nivel de ingreso. Sustituyendo la canasta en la función de utilidad obtenemos lo que se llama la función de utilidad indirecta que es una función del ingreso y los precios.

Asumiendo que los precios en un país son los mismos para toda la población, el modelo postula que las diferencias en los niveles de utilidad se deben a diferencias en los ingresos de los consumidores. Esto establece una ligazón natural entre la desigualdad de ingresos y la desigualdad de utilidad. Si la utilidad es una aproximación a la felicidad entonces también se une en la cadena de análisis la desigualdad en la felicidad.

Existen hoy en día muchas fuentes con muestras de la población con datos de ingreso y felicidad. Para nuestras estimaciones utilizamos la Gallup World Poll para 2006. Tenemos datos completos para 117 países de los que tenemos en promedio unas 1000 observaciones por país. Asumiendo una forma funcional para la utilidad (y un parámetro clave), a partir de los datos de ingreso podemos simular los niveles de utilidad de cada individuo y obtener medidas de desigualdad en la felicidad, en el ingreso y en la utilidad por país.1

Como es sabido, los países más desarrollados tienen menores niveles de desigualdad de ingresos que los países menos desarrollados. Un primer resultado, es que esto se traduce en menores niveles de desigualdad de felicidad también.

Debido al supuesto habitual de utilidad marginal decreciente en ingreso, es de esperar que la desigualdad en utilidad (y felicidad) sea menor que en ingresos. Para datos comparables, un segundo resultado es que mundialmente la desigualdad en felicidad medida a través de un índice de Gini es aproximadamente la mitad que la desigualdad en ingresos.

En nuestro trabajo, el Gini promedio de los países de Europa occidental es 0.31 mientras que el Gini promedio de los países de América latina es 0.42. El cómputo del Gini para felicidad arroja 0.13 y 0.23 para Europa y América latina respectivamente.

En tercer lugar, si la felicidad y la utilidad fuesen exactamente la misma cosa, sus medidas de desigualdad deberían coincidir. Esto no sucede en nuestras estimaciones. Es natural, existen muchas otros elementos de la vida que afectan la felicidad que no dependen directamente del ingreso.

En nuestras estimaciones, lo único que provoca que haya desigualdad en los niveles de utilidad son las desigualdades de ingresos de las muestras seleccionadas en cada país. En cambio las desigualdades en la felicidad deberían además estar reflejando en forma agregada desigualdades en dimensiones de la vida no asociadas al ingreso monetario.

Si los aspectos de la vida que no se asocian a temas pecuniarios están negativamente correlacionados con el ingreso (por ejemplo que los más pobres sean más solidarios, más compañeros o sufran menos de stress), entonces la desigualdad de la felicidad debería ser menor que la desigualdad de la utilidad. Esto sería porque los más pobres se verían compensados por mejores niveles de satisfacción en variables no pecuniarias. Para los valores más razonables de los parámetros de la función de utilidad usada, nuestras estimaciones sugieren lo contrario. De aquí se desprende que las personas más ricas son más felices no solo porque pueden consumir más, sino también porque también están más satisfechos con las otras dimensiones de la vida vistas en su conjunto. Por ejemplo, si la función de utilidad es logarítmica el Gini de la utilidad generada a partir de los ingresos para Europa es de 0.08 mientras que para América Latina es 0.18 ambos por debajo de los respetivos Gini de felicidad. Viendo estos números con un enfoque distinto, se puede decir que una función de utilidad logarítmica logra reproducir un nivel de desigualdad del orden del 70% de la desigualdad total en felicidad.

La utilización de indicadores subjetivos en investigación económica ha tenido un fuerte crecimiento en los últimos años. Este trabajo es definitivamente parte de esta literatura. No es aún claro cuán importante es esta línea de trabajo a nuestros paradigmas de pensamiento pero sin dudas están saliendo a luz muchos elementos interesantes a los que los economistas no solíamos prestar atención.


*Nestor Gandelman, Universidad ORT Uruguay.

1. En el paper discutimos los temas de ordinalidad versus cardinalidad y como los rangos en que están medidas las variables pueden afectar las conclusiones del estudio.

 

 

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