El sector formal de la Argentina ¿Es completamente formal?
La informalidad laboral, entendida como la no registración de los trabajadores en el sistema de seguridad social, es un fenómeno complejo que se manifiesta de muchas maneras. Entre otras, en la existencia de algunas empresas, como las de mediano y gran tamaño, que si bien suelen incluirse como parte del sector formal de la economía, en realidad operan parcialmente en la informalidad.
El sector formal (SF) nuclea actividades que generan el principal ingreso de la Argentina y concentra la mayor parte de la fuerza laboral del país. Conforme con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), durante 1974-2012, los empleados de este sector representan en promedio el 60% del total de asalariados argentinos. Pero no todos ellos gozan de las mismas condiciones laborales. Muchos carecen de seguridad social. Justamente los puestos asalariados formales (AF) e informales (AI) dentro del SF de la Argentina han coexistido por décadas. A nivel general el empleo informal en este sector creció en forma sostenida, entre 1975 y 2003, del 12% al 29%, mostrando una tendencia decreciente hasta fines del período con incrementos en algunos años recientes. Y si bien actualmente la tasa de informalidad entre los asalariados del SF asciende a 19.4% en el orden nacional, en algunas regiones como el NOA es de casi el 25% y en otras, como el NEA y Cuyo, se aproxima al 22%. Esto hace pensar que este fenómeno constituye un rasgo permanente de las relaciones de empleo dentro del SF de la Argentina, cuyo protagonismo está aumentando.
Por ello, en un estudio reciente, se explora la estructura y el funcionamiento del mercado laboral del SF argentino analizando sus características principales y la calidad de sus puestos de trabajo a partir de la evolución de las principales variables relacionadas con la informalidad laboral.
Gráfico 1. Densidades de los ingresos laborales mensuales
Nota: las densidades salariales fueron estimadas con el ancho de banda óptimo. Se obtuvieron resultados similares con otros anchos de banda.
Fuente: elaboración propia en base a EPH-INDEC, Gran Buenos Aires (GBA).
Si bien la informalidad laboral representa uno de las principales deficiencias en cuanto a calidad del empleo en Argentina, entre los trabajadores del SF también se observan distintos grados de deficit en otros indicadores de calidad laboral, siendo mayores entre los AI que entre los AF pero muy similar entre los primeros y los empleados no registrados del sector informal1. Particularmente durante 1975-2012, la tasa promedio de subocupación involuntaria de los AI (14%) casi triplica la correspondiente a los AF (5%). Asimismo, mientras el 80% de los AI no está cubierto por un convenio colectivo de trabajo, aproximadamente el 34% de los AF tampoco lo está.
Las diferencias en los puestos de trabajo del SF también se traducen en brechas salariales entre sus ocupados, que no sólo varían en el tiempo sino que además se mantienen en niveles significativos a lo largo de toda la distribución condicionada de ingresos. Asimismo, la unimodalidad encontrada en la distribución de ingresos de los AF contrasta con la bimodalidad característica de la distribución salarial de los AI del SF a partir del 2005. Esto sugiere la presencia de tres posibles segmentos en el SF con características distintas2.
A las conclusiones que pueden derivarse con respecto al funcionamiento del mercado laboral en el SF a partir de estas brechas salariales, se suma las que surgen de las transiciones laborales. Estas sugieren que los puestos registrados son mayormente preferidos frente a otras alternativas de empleo y que los empleos no registrados no constituyen una opción muy atractiva en relación a una ocupación formal en cualquier sector (formal o informal), resultado que no es consistente con los argumentos de la visión voluntaria de la informalidad3.
Gráfico 2. Informalidad laboral en el sector formal, PBI per capita y apertura comercial
Fuente: tasa de informalidad: elaboración propia en base a EPH- INDEC, GBA, PBI real per capita en pesos PPP del 2005 e índice de apertura comercial (ratio entre la suma de exportaciones e importaciones y el PBI): Penn World Table v.7.0 de Summers y Heston.
Gráfico 3. Informalidad laboral en el sector formal, SMVM, cargas patronales y salarios relativos
Fuente: tasa de informalidad y salarios relativos: elaboración propia en base a EPH-INDEC, GBA, SMVM (Salario Mínimo, Vital y Móvil) y cargas patronales: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Ahora bien, cuando se examinan los cambios en el nivel de informalidad desde una perspectiva macroeconómica, se observa que esta variable guarda cierta relación con el desempeño de la economía (evolución del producto) pero también con el mercado de trabajo (evolución de la tasa de empleo, desempleo y actividad). No obstante, dada la naturaleza multidimensional del fenómeno, estas dimensiones no siempre alcanzan a explicar la tendencia observada del empleo informal. Existen otros aspectos, tales como los cambios en la legislación laboral, que constituyeron uno de los ingredientes del conjunto de reformas estructurales llevadas a cabo en el país durante las últimas décadas. Así, la relación positiva entre el empleo informal en el SF y los costos laborales, medidos por el salario relativo entre AF y AI, parece estar más en línea con la visión de segmentación4, al menos durante la mayor parte del período.
De todo esto se deduce que desarrollar actividades informales no sólo implica renunciar a los beneficios asociados a una adecuada protección social, como supone la visión voluntaria, sino también a un conjunto de otras condiciones laborales que constituyen un empleo de calidad. Habría que preguntarse, pues, hasta qué punto los trabajadores estarían dispuestos a renunciar a los distintos aspectos constitutivos de la calidad laboral con tal de ganar beneficios relacionados con ciertas características no pecuniarias.
En conjunto la evidencia parece indicar que la inserción en un puesto informal en el SF en la mayoría de los casos surgiría como consecuencia de las dificultades que enfrentan estos ocupados para acceder a puestos formales, más allá de las características que poseen o la situación macroeconómica del país. Asimismo, la visión dualista tradicional5 tiende a volverse más relevante en la presencia de una profunda recesión, de grandes distorsiones laborales y de otros factores macroeconómicos. Esto no implica desconocer la existencia de un componente voluntario en el empleo informal del SF, ni tampoco la de incentivos de las firmas para desarrollar actividades informales. Las regulaciones laborales, las debilidades institucionales y otras rigideces en el mercado de trabajo pueden ser factores desencadenantes de procesos de informalización de la fuerza laboral de medianas y grandes firmas. Resulta, pues, relevante explorar con mayor detenimiento cada una de las hipótesis susceptibles de explicar satisfactoriamente el funcionamiento del mercado laboral en el SF argentino dadas las diferentes implicancias de políticas que se derivan de esto así como explorar nuevas explicaciones para el fenómeno de la informalidad en este sector. Este es el objetivo de investigaciones en proceso.
Referencias
Harris, J. R. y Todaro, M. P. (1970). “Migration, Unemployment, and Development: A Two-Sector Analysis”, American Economic Review, N° 60, pp. 126-42.
Doeringer, P. B. y Piore, J. M. (1971). Internal Labor Markets and Manpower Analysis, Heath Lexington Books.
Heckman, J. y Pagés, C. (2004). Law and Employment Lessons from Latin America and The Caribbean. The University of Chicago Press.
Jiménez, M. (2013). “El Mercado Laboral en las Empresas Grandes y el Sector Público”, Documento en progreso.
Maloney, W. F. (1999). “Does Informality Imply Segmentation in Urban Labor Markets? Evidence from Sectorial Transitions in Mexico”, The World Bank Economic Review, N° 13, pp. 275-302.
1. Entre los indicadores utilizados se encuentran: la tasa de sobreocupación involuntaria, la tasa de inestabilidad laboral, el grado de insatisfacción con el empleo, el porcentaje de trabajadores que participan de un convenio colectivo de trabajo, etc.
2. Este resultado ha sido analizado y confirmado en otro estudio reciente (Jiménez, 2013).
3. La hipótesis de la ventaja comparativa considera al empleo informal como un fenómeno voluntario (Maloney, 1999; Heckman y Pagés, 2004; entre otros).
4. Para la teoría de mercado de trabajo segmentado, la asignación del trabajo y del salario junto con las rigideces y el racionamiento del empleo están gobernadas por un conjunto de reglas y procedimientos distintos a los de la teoría económica convencional (Harris y Todaro, 1970; Doeringer y Piore, 1971).
5. En la estructura dual tradicional del mercado laboral es posible identificar un sector primario y otro secundario, entre los cuales existen importantes diferencias estructurales que implican distintos mecanismos de determinación salariales (Harris y Todaro, 1970; Doeringer y Piore, 1971).
