La Verdad sobre las Mentiras del PIB Argentino
El crecimiento promedio desde 2007 no ha sido 5,3% como dicen las cifras oficiales, sino 3%, de modo que la era Kirchner no ha producido milagro alguno.
Así se concluye de la investigación realizada en el marco del proyecto ARKLEMS+LAND (AR argentina, KLEMS factores productivos en inglés: Capital Labor Energy, etc.), el capítulo argentino académico del proyecto WorldKLEMS coordinado en conjunto por la Universidad de Harvard y la Universidad de Groningen, que tiene por objetivo principal la Medición de la Productividad, Fuentes del Crecimiento y Competitividad.
La intervención de las estadísticas argentinas comenzó por el IPC y continúo con el resto del sistema estadístico: el sistema de índices de precios mayoristas, las cuentas nacionales, y finalmente las encuestas de hogares, industriales y de construcción.
A partir de la crisis del sistema estadístico nacional, que pone en duda la credibilidad, consistencia y exhaustividad de los cálculos oficiales, tomando en cuenta la experiencia previa del equipo de trabajo, se recalculó el PIB a los fines de disponer de una medición fiable y consistente del crecimiento de la economía argentina que permita su comparabilidad y consistencia con sus fuentes del crecimiento. La investigación realizada tomó más de cinco años, siendo este trabajo el primero que reporta distorsiones en el cálculo del PIB.
El trabajo consistió en estimar exhaustivamente el PIB trimestral a precios constantes con el mayor grado de desagregación posible: rama mínima representativa (de 3, 4, 5 dígitos de la CIIU) para el periodo 1993-2012, mediante la metodología y fuentes similares a las citadas en SNA ar (1999)1 con series similares disponibles y publicadas.
La estimación corresponde a la serie trimestral del PIB a precios constantes de 1993, a los fines de testear el crecimiento económico; por lo tanto no es una estimación a precios corrientes, principal insumo para obtener series de PBI per capita en dólares, ni tampoco un cambio de año base. La reestimación pretende chequear si las series disponibles hoy a nivel detallado reproducen el crecimiento del PIB medido en forma tradicional de acuerdo a las cuentas nacionales argentinas. El trabajo no pretende abarcar fenómenos no captados tradicionalmente en las Cuentas Nacionales argentinas, tales como por ejemplo la productividad en los sectores de servicios no de mercado, cambios de calidad en los outputs o producción conjunta en el sector agropecuario, cuestiones que se están encarando actualmente en el proyecto ARKLEMS.
La estimación de la serie de nivel de actividad reproduce muy cercanamente las series del PIB desde 1993 hasta 2006. A partir del año 2007, la serie reproducible ARKLEMS demuestra que el tamaño físico de la economía argentina resultaría hacia el año 2012 un 12.2% menor que el PIB oficial.
Grafico 1: PIB Argentina a precios constantes de 1993 (valor agregado a precios de productor bruto de SIFMI) 1993-2012, Índice de Volumen físico 1993=100.
El crecimiento acumulado entre los años 2007 y 2012 siguiendo la metodología y fuentes similares a las seguidas históricamente por las Cuentas Nacionales resulta un 15,9% (3% anual), casi la mitad del crecimiento acumulado de la serie hipotética oficial, 29.4% (5.3% anual).
Mito 1: La sobreestimación del crecimiento se debe a la deflactación por IPC distorsionado
Incorrecto: la brecha no es el resultado de la deflactación mediante índices de precios distorsionados como el IPC sino del abandono de la metodología tradicional de las cuentas nacionales argentinas en todos los componentes sectoriales del PIB. Con excepción del sector financiero, único sector donde impacta la aplicación del IPC distorsionado, el resto del valor agregado de los sectores productivos se lo estimaba de acuerdo a indicadores de volúmenes físicos exhaustivos y representativos (criterio seguido tradicionalmente por las cuentas nacionales argentinas) y no mediante valores a precios corrientes deflactados.
El sector financiero (único sector donde impacta el IPC) explica sólo un 28% de la brecha. El 72% restante se explica por los sectores comercio (28%), industria manufacturera (20.4%) y otros sectores de servicios. Estos sectores utilizaban típicamente indicadores representativos de volumen físico en gran parte de la industria manufacturera (incluso sector agropecuario); son “commodity flow” de las ventas al mercado interno de producción doméstica más importaciones ponderados por los márgenes respectivos por rama productiva como comercio y transporte de carga y otros sectores de servicios extrapolados por funciones de demanda2 o extrapolados típicamente con indicadores de empleo. Las estimaciones oficiales tendrían inconsistencias en la mayoría de los sectores con respecto a las series proxy originales citadas en SNAAr(1999), demostrando que se habría abandonado la metodología tradicional desde fines del año 2007.
Ambas estimaciones reconocen una desaceleración en el ritmo de crecimiento a partir del año 2008, aunque más moderada en la serie oficial. Incluso se reportan cambios de signo del ciclo como consecuencia de no reconocer totalmente por ejemplo la importante recesión del año 2009 (-3.1% en lugar del 1% oficial), debido al no reconocimiento de las series oficiales del impacto pleno de la crisis internacional sobre las exportaciones primarias y la producción manufacturera exportable (principalmente caída en la demanda por parte de Brasil y brusca desaceleración de la demanda de China), la peor sequía del campo argentino en 20 años y las consecuencias de la gripe aviar H1N1 sobre la actividad económica principalmente en hoteles y restaurantes y otros servicios.
Mito 2: El crecimiento reciente fue el mayor de las últimas décadas
Este mito también es falso. El trabajo demuestra que si bien Argentina presentó un importante dinamismo durante el reciente episodio de recuperación, este fue similar al período 1990-1998; facilitado por la gran disponibilidad de factores ociosos heredados de la crisis 1998-2002. El periodo 2002-2007, no fue el único con tasas chinas, también 1917-1924, 1959-1961 y 1990-1994, típico efecto recuperación usual posteriores a las grandes crisis argentinas.
Para evaluar el crecimiento de largo plazo la comparación debe realizarse contra el año en el que se alcanzó el máximo nivel de actividad del ciclo anterior (máximos cíclicos), en este caso entre los años 1998 y 2012: Argentina presenta cifras del 2,5% promedio anual (1% per capita), levemente por debajo de la tendencia histórica del PIB de los últimos cien años3. Téngase presente que un punto de diferencia en la tasa de crecimiento del PIB puede significar la duplicación del nivel del PIB per capita en el largo plazo.
Mito 3: Argentina es el campeón del crecimiento de América Latina
Incorrecto. La comparación internacional demuestra que si bien Argentina creció a tasas importantes en el período 2002-2012 lo hizo por debajo de Perú y Uruguay y por lo tanto no fue el país que más creció en la región.
Sin embargo, este importante dinamismo se produce a continuación de la peor depresión económica de la historia argentina (1998-2002), mayor aún que la depresión de la década de 1930 y que la época de las hiperinflaciones de fines de 1980.
Al contrario del mito, el crecimiento de largo plazo de Argentina medido entre máximos cíclicos (1998-2012) resulta ser el más bajo de América Latina.
Grafico 2: Crecimiento Económico de América Latina, 1998-2012 (crecimiento acumulado). Fuente: ARKLEMS y CEPAL.
A modo de conclusión, la reproducción del cálculo con fuentes y métodos similares a los tradicionales demuestra que Argentina presentó un ciclo de crecimiento normal durante la fase 2002-2012, y debido en gran parte a la recuperación de la profunda depresión de 1998-2002. Más aún, Argentina presenta el crecimiento de largo plazo (1998-2012) más bajo y de mayor volatilidad de América Latina.
La investigación realizada permite rescatar un concepto olvidado en la teoría del crecimiento olvidado: la importancia no sólo de la sostenibilidad sino también el “crecimiento continuado”.
1. SNA Argentina (1999): Sistema de Cuentas Nacionales Argentina. Año base 1993. Estimaciones Trimestrales y anuales; Series, Fuentes y métodos de estimación.
2. Desde el año 2002, debido al salto del nivel de precios provocado por la mega devaluación, dichas funciones de demanda se acotaron exclusivamente a elasticidad ingreso utilizando como proxy volumen físico PIB de mercado.
3. Coremberg (2013): PBI Argentino 1900-20102, estimación ARKLEMS: cien años de búsqueda de una tendencia sostenible (mimeo en proceso). Estimación realizada para la Universidad de Buenos Aires con motivo de los cien años de la Facultad de Ciencias Economicas., presentado en las Conferencias Aniversario 1913-2013 ECON2013 FCE-UBA y en otras universidades.
*www.arklems.org. Coordinador del proyecto ARKLEMS+LAND Source of Growth, Productivity and Competitiveness Database. Profesor de Teoría y Medición del Crecimiento Económico Universidad de Buenos Aires. Experto internacional en Cuentas Nacionales, Competitividad, Productividad y Fuentes del Crecimiento. Participó como experto BID para el Recalculo del PIB a precios 1993-cambio de año base- y Matriz Insumo Producto en Argentina. Participó en el grupo OECD para la Medición del Stock de Capital, siendo citado en el Manual Measuring Capital OECD (2009) y el Manual System of National Accounts ONU-OECD-EUROSTAT-FMI (2008).
